Nació en diciembre de 1802 - Murió en enero de 1882
Hiram Edson fue el instrumento que Dios usó para revelar el significado de la purificación del santuario a los primeros adventistas guardadores del sábado. Con Bates y White, fue uno de los estudiantes de pensamiento profundo que desarrolló la fe Adventista del Séptimo Día, un sacrificado siervo de Dios, un ardiente evangelista, y fiel en su devoción a Cristo durante toda su larga vida. Antes había sido metodista.
En la década de 1840 vivió en una granja cerca de Port Gibson, New York, un pueblecito en el Canal Erie, casi a mitad de camino entre Albany y Buffalo. Un pequeño grupo de creyentes adventistas, mayormente agricultores vivían en esa zona, y veían a Edson como su líder. Su granja estaba como a una milla al sur del pueblo. En ese lugar los adventistas se reunieron el 22 de octubre de 1844 para esperar la venida del Rey. Pero Cristo no vino como ellos esperaban.
Al día siguiente, en contestación a sus oraciones por luz, Dios mostró a Edson, como en una visión, una escena maravillosa; Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, entrando en el lugar Santísimo del Santuario Celestial para comenzar una obra especial de juicio previo a Su regreso. Edson compartió esa luz con sus amigos Owen Crosier y el Dr. F. B. Hahn de la vecina Cananadaigua. Ellos decidieron estudiar el Santuario y su purificación desde el punto de vista bíblico. Los resultados de su investigación aparecieron en el pequeño periódico adventista que ellos publicaban en cananadaigua, El Amanecer. Más tarde también en la Estrella del Día, Cincinnati. Desde ese momento llegó luz a los chasqueados adventistas y el "por qué" de su dolor y chasco comenzó a alborear sobre ellos.
Fue Edson quien adelantó fondos para comprar la primera imprenta Adventista del Séptimo Día. En 1848 en el hogar de Edson en Port Gibson, el tercer Congreso sobre el sábado fue celebrado. Edson vendió su granja, se puso a predicar y llegó a ser evangelista de éxito. En años posteriores trabajó cerca de Roosevelt, New York. Por años fue el líder de nuestra obra en ese lugar. Está seputado en el cementerio de Roosevelt.
Vea: Footprints of the PioneersS, págs. 73-82; Captains of the Host, págs. 91-105; Pioneers Stories Retold, págs. 25-31.
Esta es una historia acerca del amanecer de una nueva luz.
Temprano, en la mañana siguiente al chasco del 22 de octubre, después de que la mayoría de los creyentes habían regresado a sus hogares, Edson le dijo a unos pocos amigos que habían quedado en su casa: "Vayamos al granero a orar".
Entraron al viejo y vacío granero, cerraron la puerta y se unieron en fervorosa oración pidiendo que la luz esclareciera sus mentes. La respuesta llegó. No fue mientras estaban en el viejo granero de maíz, aunque tuvieron el testimonio del Espíritu de que sus oraciones habían sido escuchadas, sino después, probablemente menos de una hora más tarde, mientras Edson y uno de esos hombres cruzaban el maizal para visitar a un vecino. Dejemos que Artur W. Spalding nos cuente lo que ocurrió entonces:
"A mitad del campo Hiram Edson fue detenido como por una mano sobre su hombro. Miró hacia el cielo gris y le pareció que se abría ante él una vista del tercer cielo. En una visión como la del Santuario Mosaico vio a Cristo como el Gran Sumo Sacerdote entrando del lugar Santo del Santuario al lugar Santísimo. "Y ví inconfundible y claramente 'escribe Edson', que en vez de salir nuestro Sumo Sacerdote del lugar Santísimo del Santuario Celestial para venir a esta tierra el décimo día del séptimo mes, al final de los 2300 días, El entró en ese día por primera vez en el segundo departamento del Santuario y que tenía una obra que realizar en el lugar Santísimo antes de venir a esta tierra.
Su compañero, no habiendo notado la demora, ya había llegado al otro lado del campo. Junto al cerco se dio vuelta y viendo a Edson tan atrás lo llamó: 'Hermano Edson. ¿Por qué se ha detenido?' Edson contestó: "El Señor estuvo contestando nuestra oración de la mañana". Entonces, volviendo a unirse con su amigo le contó de la 'visión'. Siguieron su camino, conversando sobre el tema, recordando lo poco que habían estudiado sobre el Santuario y dándole forma a la evidencia bíblica de la revelación". Captains of the Host, p. 95.
Jóvenes, cuando llega la luz, la obscuridad se desvanece. Los adventistas podían ahora entender que Jesús no podía venir hasta que su obra como nuestro Sacerdote fuera terminada en el cielo. Así que cuando esta importante verdad fue compartida con más y más adventistas, las buenas nuevas se difundieron y el chasco fue visto por primera vez en su verdadero alcance.
Al año siguiente del chasco los adventistas de Port Gibson recibieron más preciosa luz. José Bates, apóstol del sábado, viajó a Port Gibson con el mensaje del sábado.
La mente de Edson había estado intranquila acerca de este tema aún antes del chasco y ahora recibió el mensaje de Bates con alegría y guardó el siguiente sábado. El Dr. Hann se le unió. Pero Crosier dijo: "Mejor vayan despacio, hermanos, mejor vayan despacio. No suban ningún peldaño antes de saber si los sostendrá". "Yo ya probé el peldaño", replicó Edson, "y sé que nos sostendrá". Ibid. 104.
"Parecería", escribió Arthur Spalding, "que el grupo de Port Gibson fue el grupo más importante de adventistas en pisar los dos primeros peldaños de la plataforma en que se edificaba la fe Adventista del Séptimo Día: El Santuario y el Sábado".
¿Le hubiera gustado a Ud. vivir en aquellos viejos tiempos con Hiram Edson y sus amigos?
Fuente: PM MINISTRIES
ME ESTREMEZCO DE SOLO PENSAR QUE DIOS aun hoy pueda contestar mis oraciones de esa forma. bendiciones para todos. CRISTO vuelve muy pronto.
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