lunes, 16 de septiembre de 2013

HIRAM EDSON: Defensor de la Verdad del Sábado

HIRAM EDSON
Defensor de la Verdad del Sábado
Diciembre 1802 - Enero 1882


Hiram Edson fue el instrumento que Dios usó para revelar a los primeros adventistas guardadores del sábado el significado de la purificación del santuario. Con Bates y White, él fue uno de los estudiosos de pensamiento profundo que contribuyó al desarrollo doctrinal de los adventistas del séptimo día. Fue un sacrificado siervo de Dios y ardiente evangelizador, fiel durante su larga vida en su devoción a Cristo.

En 1840, él vivía en una granja cerca de Port Gibson, New York, un pueblo pequeño cerca del Canal Erie casi a medio camino entre Albany y Buffalo. Un pequeño grupo de creyentes, en su mayoría granjeros, vivían en esta área, y veían a Edson como su líder. Su granja estaba cerca de kilómetro y medio al sur del pueblo. En ese lugar los adventistas se reunieron el 22 de octubre de 1844, para esperar la venida del Rey. Pero Cristo no vino como ellos lo esperaban.

Al día siguiente, en respuesta a sus oraciones pidiendo luz, Dios le mostró a Edson -- en una visión -- una escena maravillosa: Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, ingresando al lugar Santísimo del Santuario Celestial para empezar su obra de juicio antes de su pronto retorno. Edson compartió esta luz con sus amigos Owen Crosier y Dr. F. B. Hahn, de Canandaigua. Ellos determinaron estudiar el santuario y su purificación desde el punto de vista bíblico. El resultado de su investigación apareció en su pequeño semanario adventista publicado en Canandaigua, el Day Dawn; luego más tarde también en el Day Star, de Cincinnati. A partir de este momento, llegó luz a los desanimados adventistas, y comenzó a aclarárseles el porqué de su dolor y chasco.

Fue Edson quien aportó recursos para la compra de la primera impresora adventista del séptimo día. Fue en la casa de Edson en Port Gibson que se llevó a cabo la primera Conferencia Sabática de 1848. Edson vendió su granja, volvió a la predicación, y llegó a ser un exitoso evangelizador. En la fase posterior de su vida laboró cerca de Roosevelt, New York. Durante años fue líder de nuestra obra allí. Fue enterrado en el cementerio de Roosevelt.
Ver: Footprints of the Pioneers, pp. 73-82; Captains of the Host, pp.91-105; Pioneer Stories Retold, pp. 25-31.
  
Una Historia acerca de Hiram Edson

¡Esta es una historia sobre el amanecer de nueva luz!
Temprano en la mañana después del gran chasco del 22 de octubre, Edson dijo a unos pocos amigos que quedaron en su casa: “Vamos al granero y oremos.”

Ellos entraron al granero, juntaron la puerta y oraron audiblemente esperando que sus mentes fueran iluminadas. La respuesta vino, ciertamente. No mientras ellos estaban en el granero, aunque tuvieron el testimonio del Espíritu de que sus oraciones eran oídas, pero menos de una hora más tarde, cuando Edson y sus amigos estaban atravesando el campo de maíz para visitar a un vecino. Arthur Spalding relata lo que sucedió:
“A medio camino del campo Hiram Edson fue detenido como por una mano sobre su hombro. Levantó su rostro hacia el cielo gris, y pareció abrirse una ventana al tercer cielo… Vio a Cristo como gran Sumo Sacerdote pasando del Lugar Santo del santuario al Lugar Santísimo. ‘Y yo ví’, escribe Edson, ‘que en vez de que nuestro Sumo Sacerdote saliera del Lugar Santísimo del santuario celestial para venir a esta tierra el décimo día del séptimo mes, al fin de los 2300 ingresó por primera vez en ese día al segundo compartimento del santuario; y que tenía una labor que desarrollar en el Lugar Santísimo antes de venir a esta tierra’”.

“Su compañero... había llegado al otro lado del campo. En la cerca se dio vuelta... y lo llamó: ‘Hermano Edson, ¿por qué se detiene?’ Edson replicó: ‘El Señor estaba respondiendo a nuestra oración de la mañana.’ Entonces, acercándose a su amigo, le relató la visión. Continuaron su camino, discutiendo el asunto, recordando lo poco que habían estudiado del santuario, y dando forma a la evidencia bíblica de la revelación.” --Captains of the Host, p.94
Los adventistas podían ahora comprender que Jesús no podría venir hasta que su obra como Sacerdote fuera terminada en el cielo. Cuando esta importante verdad fue compartida, las buenas nuevas se esparcieron y el chasco fue visto por primera vez en su verdadera luz.

El año siguiente los adventistas de Port Gibson recibieron preciosa luz adicional. José Bates -- el apóstol del Sábado-- viajó allí con su mensaje del Sábado.
“Edson ahora recibió el mensaje de Bates con júbilo, y guardó el siguiente sábado. El Dr. Hahn se le unió en esto. Pero Crosier dijo: ‘Es mejor ir lento, hermanos, es mejor ir lento. No se paren sobre un tablón sin antes saber si éste los sostendrá’”.

“‘Yo ya probé el tablón,’ replicó Edson, ‘y sé que me sostendrá.’”--Ibid, 104.
“Parecería,” escribe Arthur Spalding, “que el grupo de Port Gibson fue el primer grupo adventista que dio el paso sobre los dos primeros tablones de la plataforma de la fe adventista del séptimo día que estaba siendo desarrollada: el santuario y el sábado.”

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