lunes, 6 de septiembre de 2010

¿De qué tratan los escritos de Elena G. de White?


El amor de Dios


Quiz�s el tema central y m�s ampliamente tratado en los escritos de Elena de White sea �ste, el del amor de Dios. La frase �Dios es amor� son parte de las palabras iniciales y finales de su obra en cinco vol�menes sobre el Gran Conflicto, con m�s de 3.500 p�ginas entre medio. Es el tema que subyace y provee el contexto para todos los otros temas en sus escritos. �Tal amor es incomparable�, escribi� en el primer cap�tulo de su cl�sico libro El camino a Cristo. ��El incomparable amor de Dios para con un mundo que no lo amaba! Este pensamiento tiene un poder subyugador y cautiva el entendimiento a la voluntad de Dios. Cuanto m�s estudiamos el car�cter divino a la luz de la cruz, m�s vemos la misericordia, la ternura y el perd�n unidos a la equidad y la justicia, y m�s claramente discernimos pruebas innumerables de un amor infinito y de una tierna piedad que sobrepuja la ardiente simpat�a y los anhelosos sentimientos de la madre para con su hijo extraviado� (El camino a Cristo, p. 14).


El gran conflicto entre Cristo y Satan�s


Otro tema integrador en los escritos de Elena G. de White es el del gran conflicto, o lucha, entre Cristo y Satan�s. Elena G. de White enfatiza reiteradamente que el punto focal del gran conflicto es el objetivo de Satan�s de representar mal el car�cter amoroso de Dios (retratar la ley de amor de Dios como una ley de ego�smo arbitraria). La demostraci�n que Dios hace de su amor en el presente conflicto con Satan�s, constituye el foco de su serie en cinco vol�menes sobre el conflicto de los siglos. La m�xima demostraci�n del amor de Dios fue enviar a su Hijo Jesucristo, quien vino no s�lo a morir por la raza humana, sino a retratar el car�cter de amor de Dios frente a las acusaciones de Satan�s.



Jesucristo, su sacrificio, su intercesi�n en el cielo y la salvaci�n mediante �l


La vida de Jes�s, su muerte en la cruz, su posterior ministerio, que aplica los m�ritos de su muerte en el santuario celestial, y que el creyente acepte por fe la obra de Cristo, son como eslabones en una gran cadena tem�tica que muestran la comprensi�n que tiene Elena G. de White sobre el cristianismo. Para Elena G. de White, Jes�s no era s�lo un buen amigo en momentos de necesidad; �l era un Salvador que muri� en la cruz por cada individuo. La fe en la salvaci�n de Cristo (o justificaci�n por la fe) es una ense�anza que fluye a lo largo de los escritos de Elena G. de White. Ella exalta una �fe en la capacidad de Cristo para salvarnos en forma amplia, completa y total� (Mensajes selectos, tomo 3, p. 195). �El sacrificio de Cristo como expiaci�n del pecado es la gran verdad en derredor de la cual se agrupan todas las otras verdades.A fin de ser comprendida y apreciada debidamente, cada verdad de la Palabra de Dios, desde el G�nesis al Apocalipsis, debe ser estudiada a la luz que fluye de la Cruz del Calvario.Os presento el magno y grandioso monumento de la misericordia y regeneraci�n, de la salvaci�n y redenci�n, -el Hijo de Dios levantado en la cruz� (Obreros evang�licos, p. 330).



La respuesta del creyente �Amor a Dios y amor al pr�jimo


Elena G. de White vio el cristianismo como algo que afecta cada parte de la vida diaria de la persona. El coraz�n del cristianismo es exhibir el car�cter de Jes�s en la pr�ctica (amor abnegado) en lugar de vivir por los principios del reino de Satan�s (autocomplacencia). Significa no s�lo dejar de lado h�bitos da�inos y formas de vida destructivas, sino incorporar las caracter�sticas positivas del car�cter de Cristo en servicio a Dios y a los dem�s. Ella dice: �Nadie puede amar a Cristo sin amar a los hijos de �l� Cristo, que habita en el alma, ejerce un poder transformador, y el aspecto externo da testimonio de la paz y del gozo que reinan en lo interior� (Mensajes selectos, tomo 2, p. 395).



La importancia de la Palabra de Dios


Paralelamente al �nfasis de Elena G. de White sobre Cristo, la viviente Palabra de Dios, fue su preocupaci�n por la Palabra de Dios escrita �las Escrituras. En su primer libro (1851), escribi�: �Recomiendo al amable lector la Palabra de Dios como regla de fe y pr�ctica� (Primeros escritos, p. 78). Elena G. de White exalt� la Biblia durante todo su ministerio como la voluntad de Dios revelada, que provee conocimiento que conduce a una relaci�n salvadora con Jes�s. Declara: �En su Palabra, Dios comunic� a los hombres el conocimiento necesario para la salvaci�n.Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como revelaci�n infalible de su voluntad.Constituyen la regla del car�cter; nos revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa� (El conflicto de los siglos, p. 9). Elena de White visualiz� su propia funci�n como se�alando la Biblia al pueblo, �una luz menor para guiar a los hombres y mujeres a la luz mayor� (El colportor evang�lico, p. 174).Cre�a que el estudio b�blico personal era de suma importancia para cada cristiano, y especialmente en los d�as finales de la historia de la tierra.



El mensaje del tercer �ngel y la misi�n de los adventistas del s�ptimo d�a


Elena G. de White vio a Apocalipsis 14:6-12, con su descripci�n de los mensajes de los tres �ngeles, como parte del coraz�n mismo de la identidad Adventista del S�ptimo D�a. El mensaje del tercer �ngel (junto con los dos primeros) no s�lo deb�a ser global sino atraer y probar a los seres humanos �creando �un pueblo distinto y separado del mundo, que se rehusa a adorar a la bestia o a su imagen, que tiene la se�al de Dios, que guarda su s�bado, el s�ptimo d�a� (El evangelismo, p. 173).Para Elena G. de White, el mensaje del tercer �ngel combina la ley y el evangelio �los mandamientos de Dios y la fe de Jes�s (Apo 14:12). En sus extensos escritos no s�lo est�n los que tratan sobre la ley, el s�bado, la justificaci�n por la fe, el gran conflicto y otros temas, directamente relacionados con el mensaje del tercer �ngel, sino que tambi�n est�n sus voluminosos consejos sobre educaci�n, salud, publicaciones y el ministerio evang�lico.



La segunda venida


La realidad de la cercan�a de la segunda venida de Cristo dominaba la vida de Elena G. de White y modelaba su carrera como escritora. El regreso de Cristo es visto como el cl�max de la salvaci�n, marcando el inicio del fin del gran conflicto entre el bien y el mal, la suprema expresi�n del amor de Dios, a lo que apuntan los mensajes de los tres �ngeles; un incentivo para vivir la vida cristiana que demandaba una urgencia en la predicaci�n del mensaje evang�lico a todo el mundo en el tiempo m�s breve posible.



[Condensado y adaptado de Meeting Ellen White, por George R. Knight, pp. 109-127. A la venta en Adventist Book Centres: 1-800-765-6955 o Review and Herald Publishing Association, 55 W. Oak Ridge Drive, Hagerstown, MD 21740, USA]

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